Ayer, domingo, fue día de elecciones y me imagino que a estas horas ya todos sabéis los resultados. Si no es así, os merecéis un gran suspenso pero bueno, yo os lo digo: abrumadora victoria del PP en prácticamente todos los municipios y autonomías de España.
Junto con los resultados, podemos además anunciar que el 22-M transcurrió sin problemas aparentes. Digo aparentes porque no se puede evaluar, todavía, el daño o beneficio que pueden suponer los resultados obtenidos para nosotros como sociedad. Y, digo aparentes porque la Plaza del Sol en Madrid y la de Cataluña en Barcelona, junto con las de centenares de poblaciones, han sido y siguen ocupadas por personas que estánen contra del sistema político español. Aparte de esto, sí; las elecciones se han celebrado sin problemas aparentes.
No se si los resultados han sorprendido a alguno de vosotros, pero la verdad es que el panorama político ha cambiado, y mucho, en toda España. No nos damos cuenta pero hoy, a falta de pactos, coaliciones y actos de investidura, empieza una nueva etapa. Amigos y amigas; lo que ayer decidimos entre todos marcará el devenir político de nuestras comunidades y localidades los próximos cuatro años.
Yo, en mi última entrada, comparaba la campaña electoral con una típica riña de colegio y pedía un mandatario para “mi patio” delgadito al que poder columpiar. Pero creo que nos ha caído uno de los gordos. Uno de los que merienda Bollycao©.
Me gustaría proponer algo; un cambio: quiero que la jornada de reflexión no sea PRE electoral sino POST electoral. Así es. La gente reflexiona y medita cuando tiene algo en lo que reflexionar y meditar y, perdonadme si creo que tenemos más sobre lo que pensar después que antes de las elecciones.
En cualquier caso, me alegro de que, para un año que desde aquí, yo Fiona os insto al voto, la “fiesta de la democracia” haya sido un éxito, con una participación por encima del 65%, según datos de elmundo.es.
¡Viva la Democracia!